Milan Kundera

"Aunque no sea más que una ridícula ilusión, uno esta persuadido de que debe escribir para decir lo que nadie ha dicho. Decir lo que nadie ha dicho significa contradecir a todo el mundo. Escribir, por lo tanto, es el placer de contradecir, la felicidad de estar solo contra todos, la alegría de provocar a los enemigos e irritar a los amigos. Pero, una vez terminado el libro, uno nuevamente desea gustar. Es inevitable, es humano. Ahora bien, ¿Cómo puede gustar aquél que tiene la pasión de desafiar a todo el mundo? Esa es la enorme contradicción, sin salida, sobre la que reposa nuestro oficio. ¿Sin salida? En realidad, hay una: cada tanto se tiene la posibilidad de ser mal comprendido".

Julio Llamazares

“Últimamente, en España, y supongo que también en otros sitios, el aire está tan lleno de palabras que es imposible oír otra cosa que el ruido que éstas producen. Parece como si todos se hubiesen puesto de acuerdo en ahogar con sus palabras las voces de los demás. Desde mi privilegiado estatus de escritor (privilegiado por marginal, que no por otro motivo) he tratado en estos años de sobrevivir al ruido intentando al mismo tiempo hacerme oír. En un país en el que nadie lee y en un tiempo, como éste, en el que nadie escucha, seguramente el silencio es la única postura inteligente y todo lo demás varias palabras condenadas, como todas, a convertirse en ruido".
Nadie escucha (fragmento)