Juan Gelman


La palabra se forja en el combate contra lo que no va a decir y es castigado quien la procura cincel o darle un rostro solo… Qué importa entonces la victoria, la derrota: la imagen es la tienda del fuego.

En el combate, cada palabra destruye un lazo de su pre-vida o sombra oblicua, confirma las ciudades asoladas, las distancias que el exilio sembró delante suyo. Las palabras son un pueblo de separados: huelen a lluvias anteriores en las que quieren otra vez mojarse y tienden la mano abierta con humildad inexplicada. Cuanto más nombran, más dejan sin nombrar y es de aquello (San Juan de la Cruz) que sacan fuerzas, joyas, carbones o astros en el aire y el paso de toda criatura por la tierra.

Fernando Pessoa


Escribo arrullándome, como una madre loca a un hijo muerto. En verdad, no poseemos más que nuestras propias sensaciones; en ellas, que no en lo que ellas ven, tenemos que fundamentar la realidad de nuestras vidas.

Antonio Tabucchi


La literatura es la ilusión de abrir una puerta detrás de la cual hay otra puerta, y las puertas no acaban nunca. Yo juego el papel de antena receptora porque estoy a la escucha. Todos los escritores son un poco voyeurs.

Jorge Luis Borges


El porvenir depende de cada uno de nosotros: es un acto de fe; ¿qué otra cosa queda aparte de leer?; la ceguera me impide leer, pero sigo escribiendo, o mejor dicho, dictando mis sueños; sé que si soy fiel a mis sueños soy un hombre ético. Cuando escribo no me gusta lo que hago, pero si no lo escribo me siento culpable. Es como una falta de lealtad.

Para mí, la ética es una de las cosas más importantes, sobre todo en mi caso, el caso de un soñador que debe ser fiel, quizá no a sus ideas –las ideas no tienen importancia- sino a sus sueños. Debe soñar sinceramente: la literatura es como un sueño dirigido.