La coma entre el sujeto y el verbo


Dónde colocar las comas supone algunas veces un quebradero de cabeza, pero otras son simplemente ganas de complicarse la vida y es que hay una norma que se incumple con mucha frecuencia que demuestra mi aseveración. Esta es la coma que incrustamos entre el sujeto y el verbo. Esta coma sobra, no hace falta o sencillamente no tiene explicación posible; es la única ocasión, dice la Ortografía de la lengua española, en que su uso es incorrecto, a excepción del caso en que media un inciso entre el sujeto y el predicado.
Por eso me llamó la atención la frase “la madre y los bebes, están en buen estado” que nos colocaron en la pantalla de televisión durante el Teleberri 2 del pasado 14 de enero. EITB nos informaba del nacimiento en Vizcaya de unos hermosos cuatrillizos.

El acento de la “o”



La nueva Ortografía de la lengua española ha eliminado la tilde a la conjunción “o” cuando aparece escrita entre dos cifras. Hasta ahora la Academia nos aconsejaba usar el acento gráfico para evitar que se confundiera con el cero. De esta manera 6 ó 7 no podría tomarse por 607. Usarlo entre números no significa que se pueda colocar cuando va entre palabras, o entre una palabra y un número, lo que es todavía un extendido error. La recomendación en su momento tenía sentido: las tipografías y las máquinas de escribir no nos facilitaban la diferencia, pero hoy gracias a la inmensidad de tipos y tamaños de letras que nos proporcionan los programas informáticos no hace falta.

El acento de "sólo"


La recomendación en la nueva Ortografía de la lengua española para no tildar al adverbio sólo también me gusta. Hasta ahora se acentuaba cuando significaba “únicamente” para no confundirlo con el adjetivo solo en el sentido de “sin compañía”. Si decimos “me tomé un café solo”, el mensaje es ambiguo: ¿solamente tomamos un café o nos tomamos un café en soledad? Ahora los académicos nos instan a no acentuarlo incluso en posibles casos de ambigüedad. Así que, como ya se nos dijo, si no queda claro el mensaje habrá que sustituir el adverbio solo por los sinónimos solamente o únicamente.

Sigmund Freud

“Palabras y magia fueron al principio una y la misma cosa, e incluso hoy las palabras siguen reteniendo gran parte de su poder mágico. Con ellas podemos darnos unos a otros la mayor felicidad o la más grande de las desesperaciones, con ellas imparte el maestro sus enseñanzas a sus discípulos, con ellas arrastra el orador a quienes le escuchan, determinando sus juicios y sus decisiones. Las palabras apelan a las emociones y constituyen, de forma universal, el medio a través del cual influimos sobre nuestros congéneres”.

Sigmund Freud: (Introducción al psicoanálisis)